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La mayoría de los propietarios de viviendas ignoran el alcance real de las coberturas de su seguro de hogar, especialmente en lo referido a los apartados de roturas, fugas y reparaciones.
Lo normal es que estas incidencias no ocurran a menudo, pero cuando se presentan es cuando el propietario puede llevarse la sorpresa de que su seguro no cubra la reparación del hogar, la cubra parcialmente o solo cubra los desperfectos causados por la avería.
Estas sorpresas poco agradables están motivadas por un error común: no haber leído los condicionados generales y particulares de la póliza antes de proceder a su firma.
Veamos qué reparaciones podemos incluir en un seguro de hogar:
Lo primero que debes saber es que todas estas coberturas son opcionales y, además, pueden estar sujetas a limitaciones en las cuantías de las indemnizaciones o importe de las reparaciones. Revisa tu póliza y averigua si las tienes o no contratadas.
Normalmente las reparaciones en llaves de paso están cubiertas al 100 %, al igual que los daños ocasionados por fugas de agua. No ocurre así con la grifería: puede que esté incluida o no, según la póliza.
Todas las averías y desperfectos ocasionados por rotura de estas conducciones quedan cubiertas por el seguro de hogar.
Todos los daños en estos elementos constructivos corren por cuenta del seguro, siempre que sean consecuencia de fugas fortuitas.
Complementaria de la anterior. Sin ella, nos arriesgamos a que nos coloquen baldosas o azulejos distintos a los originales, caso de que ya no se comercialicen estos últimos. Incluyendo daños estéticos, la aseguradora cubriría la reposición completa del solado o el alicatado.
La cobertura de apertura de puertas y cambio de cerraduras por extravío o robo es fundamental y siempre deberíamos contratarla.
Una única intervención de un cerrajero a horas intempestivas nos saldrá más cara que el seguro anual de nuestro hogar. Y nadie está libre de perder las llaves u olvidarlas en el interior del propio domicilio.
Si incluimos esta cobertura, generalmente quedaremos cubiertos ante cualquier desperfecto por accidente, incluidas las persianas y excluidos los aparatos electrónicos. Dos ejemplos:
Trasladando un televisor, este se nos cae sobre una mesa acristalada, destrozando la mesa y averiándose el aparato. El seguro nos pagaría la mesa pero no el televisor.
Colocando un espejo pesado, se desliza y se rompen la porcelana del lavabo y el propio espejo. Ambos estarían cubiertos por el seguro.
(Nota: en algunos seguros de hogar se incluyen de serie las roturas de lozas sanitarias, encimeras de cocina y cristales de placas vitrocerámicas).
Contratando esta opción el seguro cubre desperfectos accidentales causados en ordenadores, televisores, aparatos musicales, impresoras, etc.
Hay que tener en cuenta que no se trata de una cobertura ilimitada, ya que solo se consideran asegurados los aparatos con antigüedad inferior a la que estipule el contrato.
Por lo tanto, debemos conservar todas las facturas originales o tickets de compra de nuestros aparatos tecnológicos para tener derecho a indemnización en caso de desperfectos accidentales en estos elementos.
Aunque esta cobertura aún no está disponible en todas las compañías, todas las grandes aseguradoras ofrecen al propietario o inquilino esta opción:
Se trata de que la compañía aseguradora envíe a nuestro domicilio a operarios que realicen pequeños arreglos en casa u cualquier otra reparación del hogar que no sea de gran envergadura, es decir, los coloquialmente denominados ‘servicios de manitas’. Se incluye el montaje y desmontaje de mobiliario.
Normalmente los ‘servicios de manitas’ de la aseguradora están limitados a dos o tres intervenciones anuales, según la compañía y el tipo de póliza. Igualmente, existe limitación horaria para las intervenciones: suelen fijarse 3 horas de máximo por intervención.
En resumidas cuentas:
Teniendo en cuenta que la media del coste de un seguro de hogar completo para una vivienda de unos 100 metros cuadrados útiles ronda los 30 euros mensuales (con Tuio puedes contratar desde 5€ al mes y sin permanencia), la pregunta que te planteamos es:
¿Merece la pena renunciar a la comodidad de un seguro de hogar por ahorrarte menos de 1 euro al día? Nuestra opinión particular es que no.
Habrá quien no esté de acuerdo con esta opinión. Por eso vamos a recordar un dato: no solo se trata de ahorrarnos la búsqueda de profesionales competentes y de la seguridad de que cualquier defecto en la reparación será subsanada por el mismo seguro. Se trata de saber que, además, ningún siniestro de envergadura nos causará un revés económico de importancia.
Así que, si has decidido, pese a todo, no contratar tu seguro de hogar, te recomendamos vivamente que te lo pienses dos veces.