En España se reforman al año unas 30 000 viviendas, aunque con la pandemia esta cifra se redujo de forma drástica, vuelven a aumentar las reformas en las viviendas. Al igual que sube la inversión y el gasto así como nuestros seguros de hogar.
Realizar una reforma en tu hogar es un gasto que quizás no puedas afrontar. Por ello, puede que tengas que considerar pedir una hipoteca para reformar tu vivienda. Pero quizás te preguntes si es mejor un préstamo para reforma o una hipoteca para reforma de vivienda. Vamos a analizar qué son y cuáles son las ventajas de cada uno de ellos.
¿Cómo puedo financiar la reforma de mi vivienda?
Si te encuentras en la situación de necesitar hacer una reforma, pero no contar con los recursos financieros necesarios para afrontarla, tienes principalmente dos opciones: el préstamo para reforma de vivienda o la hipoteca para reforma.
Préstamo para reforma
El préstamo para reformas es la opción más habitual de financiación cuando se pretende acometer una reforma en el hogar. Esto suele ser así porque es la forma más conocida y más rápida.
Los bancos suelen ofrecer un tipo de préstamo rápido con un importe máximo de unos 20 000 euros para este objetivo. Además, algunas entidades bancarias permiten solicitarlo sin ser cliente y sin tener que llevar documentación alguna a la oficina, pues consulta toda la información del solicitante a la entidad bancaria donde tenga cuenta.
Hipoteca para reformar la vivienda
Aunque la mayoría de las personas que necesitan financiación para una reforma no suele pensar en solicitar una hipoteca, lo cierto es que es una opción bastante interesante.
La mayoría de las entidades bancarias ofrecen la oportunidad de ampliar la hipoteca existente o abrir una nueva con la finalidad de reformar una vivienda. Y en ocasiones la única opción de financiación puede ser esta, dependiendo del importe a solicitar o la importancia de la reforma que se va a acometer.
Pero ¿qué es una novación de hipoteca? Consiste en la modificación de alguno de los términos del contrato hipotecario. En este caso consistiría en la ampliación del capital del préstamo hipotecario que tengamos con el banco.
¿Es mejor un préstamo o una hipoteca para reformar mi vivienda?
Vistas las opciones anteriores, probablemente la pregunta que nos haremos será ¿cuándo es mejor pedir una hipoteca? En general la respuesta a esta pregunta va a depender de cada situación en particular, pues tanto el préstamo como la hipoteca tienen ventajas e inconvenientes a tener en cuenta a la hora de solicitarlos.
Los factores determinantes a la hora de solicitar uno u otro van a ser el importe que se necesite y el tiempo que podamos esperar hasta recibir el dinero.
Los pros de financiar la reforma con una hipoteca
Entre las principales ventajas de solicitar una hipoteca para reforma de vivienda están los siguientes:
- Tipo de interés más bajo que en el préstamo. Las ofertas de las entidades bancarias son más económicas y, por tanto, finalmente la reforma resultará menos costosa.
- Plazo de devolución más largo. En importes más elevados es bastante ventajoso poder contar con un plazo de devolución de más de 10 años, que es lo máximo que ofrecen en el caso de un préstamo. Esto hace que la cuota mensual sea más baja y asequible, ya que en otro caso puede resultar un importe muy alto difícil de asumir.
- Posibilidad de solicitar un importe mayor. La mayoría de las entidades bancarias ofrecen la posibilidad de solicitar un importe de hasta el 65 % del valor de tasación. Esto es fundamental en los casos de reformas integrales o cuando únicamente conservamos la fachada pues necesitamos un importe que supera el máximo que conceden los bancos con un préstamo.
Los pros de financiar la reforma con un préstamo
Entre las principales ventajas de solicitar un préstamo para reforma de hipoteca están:
- Más rápido. Al necesitar menos documentación y trámites el plazo en el que tendremos disponible el importe solicitado es más corto, ofreciendo algunas entidades préstamos de poca cantidad en solo un día.
- No es necesario tasar la vivienda. El valor del préstamo concedido no depende del valor de una vivienda, por lo que es más flexible.
- Formalización más barata que en la hipoteca. Al no ser necesario acudir al notario ni realizar tasación de una vivienda.
- Menor documentación. Las entidades bancarias suelen solicitar menor número de documentos, en algunos casos casi ninguno, y es posible solicitarlo con menores requisitos relativos a los ingresos.
¿Qué requisitos pide el banco?
Para la solicitud del préstamo hipotecario los requisitos más habituales en todas las entidades bancarias son:
- Contar con la correspondiente licencia de obra.
- Que el proyecto tenga el visado por el colegio profesional correspondiente.
- Que la reforma implique un 50 % o más de la superficie edificada.
- Que el coste presupuestado de las obras alcance al menos el 50 % del valor de reemplazamiento bruto de la edificación (excluido el valor del terreno).
- Presupuesto con todo detalle de la empresa que va a realizar la reforma.
- Acreditación de ingresos mediante la aportación de documentación como el contrato de trabajo y las nóminas.
- En ocasiones aval o seguro de impago sobre todo en los préstamos hipotecarios de importe mayor.
En el caso de los requisitos para la solicitud de un préstamo suelen estar resumidos en la acreditación de los ingresos mediante declaración de la renta, nóminas y contrato de trabajo.
Como hemos visto, es habitual necesitar financiación para afrontar el pago de una reforma. Para ello existen dos opciones principales que son el préstamo para reforma y la hipoteca para reforma de vivienda. En el caso del primero el importe del que dispondremos será menor, pero los trámites y requisitos serán menores y el plazo para concederlo también. En cambio, la hipoteca ofrece un importe y plazo de devolución mayor así como un tipo de interés más bajo, aunque los requisitos de la entidad bancaria para su concesión serán mayores incluyendo en ocasiones aval bancario o seguro de impago.