Ergonomía en el hogar: prevenir dolores y lesiones

Normalmente pasamos muchas horas en nuestros hogares: cocinando, estudiando, descansando o realizando cualquier otra actividad. Además, la pandemia de COVID-19 aceleró la implantación del teletrabajo y muchas personas han hecho ya de su casa su oficina.

Sin embargo, hay poca sensibilización respecto a la importancia de organizar correctamente los espacios y de utilizar los muebles y dispositivos de un modo adecuado para nuestra salud física. La ergonomía en el hogar juega un papel crucial en la prevención de dolores y lesiones: descubre cómo puedes crear un ambiente ergonómico en tu hogar para mejorar tu bienestar.

¿Qué es la ergonomía?

Objetivos

La ergonomía se refiere al estudio del diseño de objetos y entornos que se adapten a nuestras características y limitaciones físicas. Dado que no hay dos cuerpos iguales y por tanto las necesidades varían de un individuo a otro, el principal objetivo de la ergonomía es optimizar la interacción entre las personas y el entorno que los rodea, para mejorar su bienestar en el día a día.

Beneficios

Aplicar la ergonomía en el hogar ofrece una serie de beneficios importantes, entre las cuales destacaremos la prevención de lesiones, malestar y otros problemas relacionados con posturas incorrectas.

Además, la ergonomía combinada con la adopción de hábitos de higiene postural se traduce en una mayor comodidad. Un entorno ergonómico proporciona mayor confort y facilita las tareas diarias, reduciendo la fatiga física y mental, y mejora el rendimiento y la eficiencia en las actividades diarias.

¿Qué lesiones podría causar una mala ergonomía en el hogar?

Una mala ergonomía en el hogar conlleva el riesgo de desarrollar problemas de salud, especialmente si pasamos largas horas realizando actividades en posturas incorrectas.

Algunas de las lesiones comunes son: dolor de espalda, lesiones por esfuerzo repetitivo (LER), lumbalgia, dorsalgia, calambres, contracturas, tensión en cuello y hombros y en músculos específicos como trapecios, tendinitis y dolor en las muñecas y manos, incluido el síndrome del túnel carpiano. 

Los ojos también pueden verse afectados por una falta de ergonomía: desde fatiga visual hasta sequedad, irritación y visión borrosa generadas por una tensión innecesaria en la cabeza o músculos faciales.

Ergonomía en el hogar: aplicaciones prácticas

Ergonomía en el dormitorio

Un ambiente ergonómico en el dormitorio es esencial para un buen descanso. Para asegurarlo deberás elegir un colchón y almohadas adecuados y de calidad. Infórmate sobre cuál es la mejor postura para dormir para ti en función de tus características y circunstancias: te ayudará a prevenir dolores de espalda y mejorará la calidad del sueño.

En la cocina

En la cocina, es importante colocar los utensilios y herramientas de cocina a una altura cómoda para evitar tensiones en la espalda y los brazos, así como repartir el peso corporal si friegas a mano o tienes que pasar mucho tiempo de pie. 

Si se da el caso anterior mantén una postura adecuada, utiliza calzado cómodo y utiliza un reposapiés (u objeto similar) para mantener un pie en alto; deberás alternarlo con el otro, vigilando que tu columna se mantiene recta. Si vas a pasar platos de un lado a otro, hazlo solo con los brazos, sin mover la cintura ni imprimir tensión ni esfuerzo en el tronco.

En el salón

Asegúrate de equipar tu salón con sofás, butacas, sillas y sillones que te permitan adoptar una postura natural y relajada. Ajusta la altura y posición de los asientos para prevenir dolores de espalda y cuello mientras ves la televisión o lees.

En el baño

En el baño, usar accesorios como alfombrillas antideslizantes y asientos de ducha ergonómicos puede reducir el riesgo de resbalones y caídas. Además, la disposición y altura del lavabo, bidet o ducha deben adaptarse a las necesidades individuales para garantizar la seguridad y comodidad.

En el espacio de trabajo

Si trabajas desde casa utiliza una silla ajustable, mantén una buena postura cuando estés sentado y coloca la pantalla del ordenador a la altura de tus ojos. Adicionalmente, es buena idea utilizar atriles para la lectura. 

Coloca tus brazos y codos en tu escritorio asegurándote de que tus muñecas están paralelas a tus antebrazos, utiliza un reposapiés, teclados inclinados, reposamuñecas y mantén los objetos importantes cerca para evitar tener que inclinarte o estirarte.

También puedes utilizar escritorios de altura ajustable, que te permiten trabajar de pie si lo necesitas: son muy fáciles de instalar y funcionales, y previenen el sedentarismo. Recuerda alternar los periodos sentados y de pie, y estirar la espalda, el cuello, los brazos y las muñecas con regularidad a lo largo de tu jornada laboral.

Conclusión

La ergonomía en el hogar no se traduce solo en comodidad, sino también en una mejor salud. Al adoptar medidas para crear un ambiente ergonómico, estás invirtiendo en tu bienestar a largo plazo. Una disposición inteligente de los muebles y dispositivos puede marcar la diferencia en la prevención de dolores y lesiones asociadas con el uso diario del hogar.