Las cuotas de la comunidad son los gastos mensuales que pagan los miembros de una comunidad de propietarios (tanto de un edificio como de una urbanización) para mantener el espacio compartido y el pago de suministros comunes (es muy común pagar de forma centralizada los combustibles para la calefacción o el agua caliente, por ejemplo)
Las cuotas de la comunidad de propietarios son una cantidad fija de dinero que tienes que pagar cuando vives en una comunidad de propietarios.
Los edificios y las urbanizaciones suelen tener una junta de vecinos, también conocida como comunidad de propietarios, que es un grupo de residentes que gestiona las zonas comunes y la propiedad de la comunidad, crea y hace cumplir las normas e intenta mantener una determinada calidad de vida para el edificio o el barrio. Normalmente, se eligen un Presidente y un Vicepresidente de manera anual, que va rotando por todos los vecinos de la comunidad.
La comunidad utiliza la cuota para cubrir los costes de mantenimiento de los espacios comunes, como portales, patios, jardines, piscinas, garajes, instalaciones deportivas comunes y ascensores. Las cuotas también pueden pagar servicios como la retirada de la basura, las reparaciones y los fondos de reserva.
Las cuotas mensuales de las comunidades varían en función del tamaño de tu casa, de la ubicación y de los servicios que cubre la comunidad. Cuantos más servicios haya, más altas serán las cuotas.
Cada residente paga una parte proporcional al tamaño de su casa a menos que tenga acceso exclusivo a un servicio o equipamiento adicional, como azotea privativa.
Dependiendo de tu ayuntamiento, la cuota de tu comunidad de Propietarios puede incluir vados u otros impuestos que pague la comunidad.
El seguro de la comunidad protege los daños en las zonas comunes. Normalmente la comunidad contrata este seguro para las zonas comunes, que digamos que cubre de “paredes para afuera” y tu contratas el seguro para tu casa, de “paredes para adentro”.
Mantenimiento y reparaciones generales de las zonas comunes, por ejemplo, electricidad o jardinería.
Tus cuotas suelen pagar servicios como la limpieza del gimnasio y la piscina, la alarma o los servicios de portería y conserjería. Obviamente, cuantos más servicios tenga tu comunidad, más altas serán las cuotas.
Se trata de un remanente para costes y gastos inesperados. Por ejemplo, si hay algún imprevisto o se tiene que hacer frente a un nuevo servicio, la comunidad hará frente con los fondos de reserva.
Las derramas son cuotas extraordinarias, normalmente dolorosas porque son de mucha cuantía, que solicitan las comunidades cuando hay que hacer frente a grandes imprevistos. Por ejemplo, arreglos en la fachada, cambios en el portal… Tu comunidad puede decidir fraccionar el pago e introducirlo como un componente más de la cuota normal, o pasarlo como un pago extraordinario.
No. Una vez que hayas comprado tu casa y te hayas mudado, estarás obligado a seguir las normas de la comunidad, lo que incluye el pago de las cuotas. De lo contrario, puedes enfrentarte a acciones legales.
Una cuestión a asegurarse cuando se compra una vivienda de segunda mano, es que el anterior propietario estuviera al corriente de pagos de las cuotas de la comunidad. Si no fuera así, te las podrían reclamar a tí.