Los daños personales o corporales (y las reclamaciones por daños personales) son un término que describe el daño físico a otras personas causado por ti, o por cualquier otra persona cubierta en tu póliza de seguro, ¡incluyendo tus mascotas!
Mencionado casi 40 veces en tu póliza de seguro estándar, el daño personal es un término con el que te viene bien estar familiarizado.
Es una de las dos amplias áreas de cobertura, junto con los daños materiales que forman parte de lo que se llama responsabilidad civil, es decir, la cobertura de las cosas que haces y que afectan a otras personas.
Si le causas un daño accidentalmente a otra persona (tanto una lesión o como un perjuicio en sus cosas o casa), comprueba en tu póliza los detalles de lo que está cubierto. Normalmente, tu seguro incluye ayuda legal y económica en estos casos.
Tanto las pólizas de propietarios como las de inquilinos suelen ofrecer una cobertura de responsabilidad civil personal superior a los 100.000 €.
Hay un montón de secciones diferentes en tu póliza que explican, excluyen o intentan definir qué es el daño personal y cómo se aplica en la responsabilidad civil.
Aquí tienes el resumen de qué tipos de partes por daños personales o corporales están cubiertos y cuáles no.
Supongamos que vives en Madrid, en un piso alquilado (y tienes tu seguro para inquilinos de Tuio). Si te demandan después de que un amigo se haya quemado la mano mientras preparáis una barbacoa en la terraza, tu seguro puede ayudarte a cubrir los gastos (Eso si, no te podemos ayudar a cambiar de amigos)
Hay algunas excepciones en lo que respecta a los daños personales que hay que tener en cuenta.
Si tienes alguna duda sobre los detalles, te sugerimos que abras tu póliza o te pongas en contacto con tu aseguradora para que te dé una explicación más detallada.